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Agua

Imagen monocroma de una masa de agua.
Agua

Se pueden escribir libros sobre el agua y pasarse toda una vida investigando. Escribir algo significativo sobre el agua sin publicar un libro entero solo es posible centrándose en algunos aspectos: 

  1. Se presuponen conocimientos generales
  2. Los aspectos sanitarios son el centro de atención

Agua - un gas líquido

Agua - H2O - está formado por dos gases, el gas hidrógeno y el gas oxígeno, que juntos forman la molécula de agua líquida. El hidrógeno y el oxígeno son gases muy opuestos: El gas oxígeno es agresivo y oxidante, el gas hidrógeno es pasivo y reductor. El oxígeno corresponde al yang en las enseñanzas chinas, el hidrógeno al yin. Según los conocimientos actuales, el espacio exterior contiene casi exclusivamente átomos de hidrógeno, mientras que en la Tierra el oxígeno es el elemento más común, alrededor del 50 peso% de la Tierra es oxígeno. El yin y el yang son los polos de los que surge la vida. El hidrógeno y el oxígeno forman el agua, que es la base de la vida. Muchas moléculas de agua forman el agua líquida - y en cada una de estas moléculas hay una tensión eléctrica de 1,78 voltios entre el yang activo (oxígeno) y el yin pasivo (hidrógeno). Así pues, el agua tiene teóricamente una enorme densidad energética, aunque nadie haya conseguido aún hacerla directamente utilizable técnicamente. 

Básicamente, el carácter del agua es que combina opuestos y es muy energética, pero sigue siendo inofensiva.

Agua: un cristal líquido

El agua no sólo puede considerarse químicamente un gas líquido, sino también físicamente un cristal líquido. En el H2O, los dos átomos de hidrógeno forman un ángulo de 104,5° con el átomo de oxígeno y, por tanto, un tetraedro casi regular (ángulo en el tetraedro regular: 109,5°). Muchas moléculas de agua forman una estructura espacial unida por los llamados "enlaces de hidrógeno", que puede considerarse, por ejemplo, como un octaedro compuesto de 20 tetraedros. Resulta interesante la similitud física del agua con un cristal de cuarzo SiO2Sin embargo, en contraste con esto, siempre surgen tensiones en la estructura tridimensional del agua debido a los tetraedros no del todo regulares, ya que los tetraedros siempre dejan pequeños "huecos". Esta tensión interna mantiene siempre oscilantes a los átomos de hidrógeno.

El agua como portador de carga

El agua no sólo tiene tensión eléctrica dentro de cada molécula, sino que también puede almacenar tensión eléctrica: electrones. Se puede medir físicamente como el llamado potencial redox, mediante el cual se determina la diferencia de tensión respecto al potencial eléctrico del hidrógeno. El potencial redox del agua es un factor muy importante, ya que de él depende el contenido energético, pero también la estructura del agua. El agua con un potencial redox negativo (es decir, un exceso de electrones = alta energía) está estructurada por electrones adicionales de forma hexagonal suelta, mientras que el agua con baja energía es más densa y desordenada. 

En este proceso, la carga dentro del agua se distribuye de tal manera que los electrones se concentran en las interfaces y se asientan entre las moléculas de agua que están cerca de la interfaz. A nivel celular, es probable que esto sea significativo, ya que garantiza que siempre haya agua energética en una pared celular. Los canales por los que entra el agua en las células están "vigilados" por acuaporinas, proteínas cargadas positivamente que sólo permiten el paso de moléculas cargadas negativamente y de alta energía, evitando así que la tensión celular disminuya por la presencia de agua de baja energía.

El agua como vector de información

El agua no sólo puede almacenar cargas eléctricas, sino que el paralelismo físico con el cristal de cuarzo antes mencionado, sin el cual la moderna tecnología de la información sería imposible, sugiere que el agua también tiene la capacidad de almacenar y reproducir información. Físicamente, el agua tiene cuatro niveles de información, zonas en las que se puede almacenar información a través de vibraciones. Éstos son:

  1. Las moléculas de agua se unen mediante el llamado enlace de hidrógeno, una atracción eléctrica entre un átomo de hidrógeno de una molécula de agua y el átomo de oxígeno de otra molécula de agua. Este enlace es muy débil, se disuelve y se reforma. La información puede codificarse en la frecuencia y el ritmo de disolución y reformación de los enlaces de hidrógeno entre moléculas de agua individuales.
  2. La analogía estructural con el cristal de cuarzo demuestra que las moléculas de agua pueden almacenar información, incluidas las distintas simetrías de una molécula intrínsecamente asimétrica,
  3. La tensión creada por el ángulo tetraédrico imperfecto de 5° de la molécula de agua puede crear una estructura vibracional dentro de una molécula de agua.
  4. Al igual que el resto de los átomos, su estructura física cuántica puede almacenar información.

Si tenemos en cuenta que las moléculas de agua en la naturaleza no suelen destruirse, sino que sólo se separan y vuelven a unirse para formar nuevas gotas de agua, y al mismo tiempo consideramos el contenido de información de cada gota de agua, queda claro que cada gota de agua es única -al menos en cuanto a su contenido de información- y sólo existe en este momento. Cada molécula de agua contenida en una gota de agua tiene su propia historia, su propio pasado. ¿Quizás el agua no sólo es vital por su sustancia, sino también por la información que transmite? Surgen muchas preguntas, por ejemplo, ¿hasta qué punto la información del agua es ge- nerada o destruida por campos electromagnéticos técnicos como la radio móvil, o hasta qué punto el agua puede ser "programada", ya sea técnicamente o mediante la influencia de un campo energético humano?

Consejos prácticos

De lo anterior se desprende que el agua debe considerarse tanto química y físicamente como a nivel de información. 

La consideración química parece ser la más sencilla, ya que el agua no debe contener naturalmente ninguna sustancia extraña, especialmente ninguna nociva. Básicamente, el contenido mineral natural de un agua de manantial no tiene ningún efecto sobre la calidad per se - si el agua sin minerales es mejor o peor que el agua mineral desde el punto de vista de la salud, todavía no hay conclusiones fiables al respecto. Así pues, si quiere que el agua del grifo esté libre de contaminantes, se recomienda un buen filtro de carbón activado en bloque, porque el carbón activado adsorbe todos los componentes orgánicos. Si teme que haya metales pesados en el agua potable, debe realizar un análisis adecuado y utilizar filtros específicos -por ejemplo, con el llamado KDF- que puedan fijar estos metales pesados.

La estructura del agua puede verse influida, entre otras cosas, por turbulencias y por el paso de imanes que aflojan la matriz del agua y le dan una estructura hexagonal. De este modo, incluso el agua del grifo o embotellada, "dañada" por la presión de grifos y bombas, puede recuperar una forma estructural más natural.

Sin embargo, para el efecto biológico del agua es importante sobre todo su contenido energético, el potencial redox. El agua del grifo y la embotellada suelen tener un bajo contenido energético, con un potencial redox positivo, mientras que el agua fresca de manantial es más rica en electrones. La ionización puede añadir electrones al agua y crear así un potencial redox negativo. Al mismo tiempo, la estructura del agua cambia a una forma hexagonal sin necesidad de imanes ni turbulencias.

La "información" del agua es, naturalmente, difícil de determinar. Los experimentos con diversos métodos de creación de imágenes demuestran que el campo energético de una persona tiene una gran influencia en la estructura. Mi recomendación para un agua con información "positiva" es, por tanto, tomar un vaso lleno de agua con ambas manos y enviarle buenos pensamientos. Ciertamente, la estructura y la densidad de electrones también influyen en el contenido y el almacenamiento de la información.

Por supuesto, se puede y se debe beber agua a lo largo del día. El té, el café, los zumos, la leche u otras bebidas son estimulantes, alimentos o medicinas. El agua, sin embargo, es la bebida natural del hombre. Sin embargo, beber agua es más importante por la mañana, inmediatamente después de levantarse. Mi consejo práctico: antes de que el olor del café o de los panecillos estimule la producción de sus glándulas salivales y gástricas, beba agua, toda la que pueda. Si es posible, agua naturalmente limpia, de alta energía y estructurada. ¿Por qué? En primer lugar, perdemos mucha agua durante el sueño a través del sudor y la evaporación, pero lo más importante es que, por la mañana, el estómago suele ser un tubo delgado y vacío. Cuando entra agua pura (ni té, ni zumo...), el guardián situado en el extremo inferior del estómago reconoce que el agua no contiene ninguna sustancia digerible y la deja pasar. De este modo, el intestino delgado se humedece, su flora puede desarrollarse y los restos de comida que puedan haberse quedado pegados pueden desprenderse. Dado que el centro del sistema inmunitario se encuentra en la zona intestinal, una flora intestinal sana y rica en energía también tiene naturalmente un efecto directo sobre el estado inmunitario. 

El estilo libre

Beber agua regularmente es, por así decirlo, un deber y un requisito importante para mantenerse sano. Quienes deseen pasar del deber al estilo libre pueden utilizar el consumo diario de agua para neutralizar el estrés oxidativo y los radicales libres causados por la civilización, convirtiendo el agua en un portador de gas hidrógeno disuelto. El hidrógeno es un componente del agua, pero su ingesta adicional potencia significativamente la propiedad yin del agua. Desde el punto de vista bioquímico, el gas hidrógeno neutraliza principalmente los radicales hidroxilo y peroxinitrito e influye en las vías de señalización del organismo, de modo que se debilitan las reacciones alérgicas e inflamatorias. En la naturaleza, esta agua enriquecida con hidrógeno se produce en manantiales curativos como Lourdes o Nordenau, pero también puede producirse mediante dispositivos técnicos, los llamados dispositivos de agua de hidrógeno, pero también en los llamados ionizadores de agua, o se produce por el contacto del agua con magnesio metálico.

El autor

Ing. Dietmar Ferger - Después de estaciones profesionales en la tecnología del agua y en la exportación de cosméticos naturales y medicina, el educador, preventólogo e ingeniero de protección del medio ambiente se ocupa desde 2002 del campo de la tensión entre el agua y la salud, con especial atención al agua ionizada y, desde 2017, también al hidrógeno como gas médicamente eficaz. Su libro "Jungbrunnenwasser" es la obra de referencia sobre el agua ionizada. Como político local y miembro del presidium de la Asociación Alemana de Naturopatía, está comprometido con la igualdad de derechos para la naturopatía.

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