Osteopatía pediátrica en Hamburgo

El primer contacto con el cuerpo del niño se produce a través de la percepción a distancia de su temperatura. Un cambio de temperatura puede percibirse ya a unos centímetros de distancia. A continuación, se palpan los distintos niveles tisulares de la piel, el tejido conjuntivo, los órganos, los músculos o los huesos mediante un tacto suave. Los tejidos sanos muestran una buena circulación sanguínea, que se refleja en una suavidad característica.

La sola reacción del tejido a la suave presión proporciona a los osteópatas una gran cantidad de información sobre el suministro de nutrientes al tejido, la función nerviosa saludable, la desintoxicación adecuada o el drenaje a través del sistema linfático y las venas. Se realizan pruebas de movilidad en articulaciones y fascias.

Cada tejido, hueso, órgano y músculo debe tener una buena movilidad, elasticidad y movimiento natural, que los osteópatas intentan evaluar con sus manos. También se examina el movimiento natural del tejido correspondiente. La osteopatía trabaja con varios ritmos, no sólo con los latidos del corazón y la respiración. Analizando estas cualidades, los osteópatas intentan obtener información sobre las fuerzas de autorregulación del cuerpo y las posibles tensiones.

Toda la información de la historia clínica, la inspección, el examen y los toques osteopáticos específicos señalan el camino para el tratamiento posterior. También son importantes las tensiones en el seno de la familia y las posibles indicaciones de sugerencias nutricionales o terapias de desintoxicación.

La neurología moderna nos enseña que los pensamientos y comportamientos de las personas que nos rodean se reflejan en nosotros. En relación con la familia, los resultados de la investigación sobre las neuronas espejo, por ejemplo, explican un hecho bien conocido: los niños están tan bien como lo están sus padres. Si los padres están estresados, los hijos también se ponen nerviosos. Esto empieza ya en el embarazo y se manifiesta también en la infancia. Una familia siempre forma una unidad y se trata como tal en osteopatía. Esto tiene diferentes consecuencias para el niño en las distintas fases de desarrollo. Por ello, los terapeutas pediátricos osteopáticos siempre vigilan el estado de los padres.

Si se encuentran bloqueos en el cuerpo, se intenta comprender si están causados por caídas, cicatrices o enfermedades, o por falta de nutrientes o motivos emocionales. En el siguiente paso, se identifican las estructuras individuales que han restringido la movilidad o los ritmos corporales. El tratamiento puede ser pasivo, por ejemplo, colocando los tejidos en una posición de relajación para mejorar la circulación. O puede requerir técnicas activas, como técnicas de movilización suave.

También es importante que los osteópatas se den cuenta de que, por lo general, los trastornos pueden originarse lejos de las regiones que presentan síntomas. Por ejemplo, una cicatriz de apéndice puede causar tensión fascial en la columna cervical, que se manifiesta en dolores de cabeza. Aunque sea posible liberar localmente las restricciones de movilidad en los huesos craneales o en la región cervical, a largo plazo puede tener más sentido tratar también la cicatriz, si es posible. Las manos del osteópata se guían por el tejido. Los osteópatas dedican muchos años a entrenar esta sensibilidad. Por lo tanto, la experiencia de un osteópata es esencial para identificar y comprender las numerosas relaciones posibles y poder tratarlas adecuadamente.

Es esencial que un osteópata competente conozca bien las etapas individuales del desarrollo biológico, neurológico y psicológico del niño.

Los osteópatas tratan, por ejemplo, problemas de lactancia, problemas de sueño, tortícolis, problemas digestivos, problemas de deglución, trastornos fonéticos, trastornos de concentración o aprendizaje, alergias, infecciones de oído recurrentes y mucho más. También es importante saber evaluar los límites del tratamiento osteopático y formar parte de una buena red con otros terapeutas como pediatras, ortopedas, logopedas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.